Virgilio Arteaga
Jesús Alberto Rubio
Se le conoce como Virgilio Arteaga,
pero su verdadero nombre es Virginio Secundino Arteaga y Díaz. Usted seguramente sabe de él por
haber sido el manager que le dio dos campeonatos seguidos a los Naranjeros en
la Liga Invernal de Sonora. Exacto: Se le recuerda por aquel bicampeonato del 60-61 y 61-62 con los Espino, Sotelo, Villarreal, Suby, Blas, “Avestruz”, Fitch, Manzo, Eradio, Urías, “El Diablo”
y compañía….¡algo notable de aquella época! Sin embargo,
con toda y esa gloria y prestigio que le dieron ambos campeonatos, la historia
de Virgilio, va mucho más allá, enriquecida con una admirable trayectoria en el
béisbol de Cuba, Estados Unidos, México, Venezuela, Panamá y Puerto Rico; ¿Me
acompaña en este recorrido?
Nació en Regla, municipio de La
Habana, en Cuba, el 21 de mayo de 1917, de ahí su famoso mote como “El Tigre de
Regla”. Muy jovencito, comenzó a destacar en el béisbol amateur y de acuerdo a
lo que registra el libro “El Béisbol en Sonora” de Miguel Durazo, ahí en su
pueblo natal conquistó su primer título de bateo (.325) y luego en 1940 uno más
con el equipo “Círculo Militar y Naval” (.370).
Con la selección de Cuba
Ese nivel de excelencia competitiva,
con naturales facultades criollas para jugar pelota, le llevaron a formar parte
de la selección cubana en el béisbol semiprofesional en torneos celebrados en Puerto
Rico, Venezuela y Panamá. En el mismo año del 40 participó en la III Serie
Mundial efectuada en la Habana y para el 42 volvió a disfrutar un banderín con
el Círculo Militar. También vio acción en la liga semiprofesional, la Unión
Atlética Amateur de Cuba, considerada a partir de 1914 como la que más figuras
aportó a la pelota profesional de la época a cualquier nivel durante 47 años
ininterrumpidos. En ese circuito, gran cantera de peloteros que más tarde iban
a ser notables en la pelota de paga, estaba Virgilio Arteaga. Y como él,
también figuraban Conrado Marrero, Julio “Jiquí” Moreno, Agapito Mayor, Adrián Zabala,
Napoleón Reyes, Roberto Ortíz, Pedro “Natilla”
Jiménez, Evelio Hernández, Andrés y Angel Fleitas, Pedro Pagés, Limonar Martínez, Mike Fornieles, Roberto Estalella,
Manolo Fortes, Willie
Miranda... ¡clase de jugadores, muchos de los cuales también llegaron al
béisbol de México!
En 1943 jugó con la selección cubana
que ganó la VI Serie Mundial Amateur de 1943, siendo su manejador Reinaldo Cordeiro y mire la calidad del staff de pitcheo
que tuvieron: Pedro “Natilla” Jiménez, Isidoro León, Sandalio
“Potrerillo” Consuegra, Julio "Jiquí"
Moreno y Rogelio “Limonar” Martínez. También militó con los “Monjes Grises” de Marianao y el Minneapolis en Ligas
Menores de EU, de donde fue invitado en 1946 por los Dorados de Chihuahua
dirigido por Luis Sansirena
en lo que fue la Liga Nacional de México.
En ese circuito vio acción en el Juego de Estrellas al lado de Lastra,
Pérez, Memo Garibay, Gutiérrez, Fritchie,
“La Muñeca” Iturralde, Alejandro “Cabezón” Uriarte,
López, entre otros.
Fue precisamente en Chihuahua donde
recibió la invitación del directivo Fernando M. Ortiz para venir a jugar con
Hermosillo en lo que sería la segunda temporada (46-47) de la Costa del
Pacífico. Virgilio ayudaría al equipo capitalino a ser los campeones en el
estadio de “La Casa del Pueblo” venciendo en cierre de película en un doble
juego dominical a Guaymas con Joe
Valenzuela ganando el primero de la mañana y luego Hubb
Kittle superando 1-
Además, “El Tigre de Regla” estuvo
en el Juego de Estrellas de esa temporada en el Estadio Mazatlán.
Campeón con Nogales en la Liga de Sonora
En el verano de aquel 1947 dirigió
(y jugó la primera base, claro) en lo que fue la Liga de Sonora a los
“Belloteros” de Nogales, a quienes hizo campeones, siendo también el mejor bat
del circuito con .356. Al siguiente año, volvió a conquistar el título al
vencer en serie final de tres juegos a Obregón.
Tercer mejor bat del circuito
La tercera temporada (47-48),
Hermosillo terminó en el segundo lugar, debajo del campeón Guaymas.
Virgilio fue el mejor tercer bat del
circuito con .345 y 43 impulsadas; “La Mala” Torres/Venados (.362) fue el
campeón y Barney Serrrell/Ostioneros (.356), segundo y JMV. Ese año Lilly recibió de Los Mochis a Angel
Castro, pero prefirió mantener en primera al cubano, enviando al empalmense al derecho y no aceptando esa idea, mejor pidió
su baja y fue a parar a Obregón. “El Tigre” volvió a estar en el Juego estelar
de media temporada.
Pepe Bache superó a Dandridge
Para la campaña del 48-49, volvió Art Lilly y quedaron en penúltimo
con los Ostioneros, a pesar de ser los campeones
defensores, ¡fueron los “coleros”!
El cuadro prácticamente fue el mismo
que el año anterior con Arteaga (.256) en primera, Lilly
en segunda, Uriarte (.277) en tercera y la gran
sensación lo fue José Bache, que como parador en corto terminó campeón
bateador con .319. Superó ni más ni menos que a Ray “Mamerto” Dandridge/de Obregón
(.317). La siguiente campaña fue desastrosa para “Los Presidentes” (8-22) en la
segunda vuelta), lo que les hizo “tirar la toalla” a la directiva, por lo que Navojoa tomó la estafeta y sus jugadores. Hermosillo se
ausentaría dos temporadas.
Para Virgilio Arteaga y sus
compañeros no hubo nada bueno que contar en casa”, excepto de haber asistido de
nuevo al Juego de Estrellas al Estadio Angel Flores
de Culiacán el día 18 de enero de 1950 ante un lleno desbordante. Esa vez
jugaron los seleccionados Mexicanos contra los Extranjeros bajo la alineación
siguiente: EXTRANJEROS: Cátcher: Clinton
Courtney y Jimmy Steiner. Pitchers: Jack Brewer, Al Olsen, Bob
Clear,
MEXICANOS: Cátchers:
Laureano Camacho y Germán Bay: Pitchers: “Tuza”
Ramírez, “Cochihuila” Valenzuela, Manuel Echeverría,
“Corazón” Torres y Memo Luna. Angel Castro (1b), Lou Ortiz (2b), Leo Rodríguez (3b), “Huevito” Alvarez (ss), y jardineros:
“Moscón” Jiménez, “Mala” Torres, Felipe Montemayor y
Enrique “Bacatete” Fernández. Los extranjeros
tuvieron de manager a Art Lilly
mientras que los mexicanos a Manuel Arroyo.
El héroe indiscutible fue Lou Ortiz de Tijuana que impulsó cuatro carreras para que
los nacionales vencieran por primera vez al equipo de extranjeros 4-2. Manuel
Echeverría fue el pitcher inicialista y ganador,
seguido por Alfonso La Tuza Ramírez y terminó Joe
Valenzuela. Por los extranjeros abrió Jack Brewer de Obregón que se llevó el descalabro; le siguieron Roy Partlow de Guaymas y terminó John Wright de Mochis.
Con Mexicali en la Sunset
“El Tigre de Regla” fue invitado a
dirigir a los Aguilas de Mexicali en 1951 en la Sunset, (pasaron a la Southwest
Internacional (Internacional del Suroeste), donde se consagraron pero ya bajo
el mando de Dee Moore quien
lo remplazó.
Me dice su hija Martha Arteaga
González, propietaria de Viajes “Palo Verde” aquí en Hermosillo, que aquel año
Virgilio fue nombrado “Hijo Predilecto” de esa frontera. En el 53 dirigió a los
“Yaquis” de Nogales en la Liga Arizona-México.
¡Manager de Hermosillo!
Tras dos años fuera del circuito,
Hermosillo volvió el 52-53 y le dio el timón ¡a Virgilio Arteaga!, pero el
equipo no estaba en condiciones de hacer una gran campaña y ese invierno fue sotanero. La siguiente temporada Manuel “Shorty” Arroyo tomó su lugar. Lo mejor del team fue Refugio
“Cucón” Bernal, quien resultó el Novato del año
(.277).
Hermosillo ¡bicampeón!
Virgilio volvió a ser manager de
Hermosillo el 54-55, pero la temporada siguiente entró llegó Hubb Kittle, quien llevaría al bicampeonato al equipo con aquellos grandes abridores, Don Nichols, Jimmy Ochoa, Stan Pitula y Pete Meza; Joe Brovia, Bob
Bowman, Pepe Bache, Leo Rodríguez, Earl “El Toro” Averill, Ernesto
“Natas” García, Ventura Morales, Ray Garza, Wayne Belardi, Claudio Solano…
Con Alacranes de Durango
En 1957 Virgilio Arteaga pasó a la
Liga Central con Alacranes de Durango, a los que hizo campeones, y en la última
temporada de la Liga de la Costa (57-58), volvió a los Naranjeros como coach ya que el timón estaba con Hubb
Kittle. Así, llegaría la
Invernal de Sonora para dirigir a los Naranjeros del 58-59 al 62-63. (El verano
del 59 dirigió a los Tigres tras sustituir a Memo Garibay;
fue la campaña en que Luis Tiant
¡perdió 19 juegos!. En ese periodo de cinco años,
Arteaga lograría dos títulos seguidos e igual número de subcampeonatos para de
esa forma despedirse con bombos y platillos de la franquicia Naranja.
Su deceso en Hermosillo
El pasado sábado 9 de febrero
Virgilio Arteaga cumplió 28 años de haber partido al viaje eterno tras
registrar páginas de oro como jugador y estratega de béisbol. Su rico legado en
el deporte rey quedó registrado para siempre, alcanzando en vida un muy alto
perfil como pelotero profesional a partir de su natal Regla, Cuba. Su
inesperado y triste deceso ocurrido el 9 de febrero de 1980, impactó a toda la
comunidad beisbolera y de inmediato la infausta noticia trascendió fronteras.
La causa del desenlace, un atropellamiento en una céntrica calle de Hermosillo
recibiendo un fuerte golpe en su cadera, un hecho infortunado que al conocerse
causó lamento, tristeza y consternación entre la afición, peloteros y su
familia.
Cuando le trasladaron al Hospital
General del Estado y de ahí a la Clínica del Noroeste para su atención médica,
lo dieron de alta sin percatarse de una hemorragia interna… que cinco horas
después le quitaría la vida. A sus 70 años de edad, desaparecía físicamente más
no en espíritu, uno de los más grandes peloteros cubanos que al llegar a esta
capita sonorense se iba a ganar junto a su amada esposa, Marina, el respeto,
cariño y reconocimiento de toda la afición beisbolera y la sociedad en general.
Cuando salí de Cuba, dejé mi vida,
dejé…
Virgilio Arteaga y Marina Zacarías
González contrajeron matrimonio en 1940 y de esa unión nacieron Virgilio (en
Cuba), Martha (Nogales), Daniel (Mexicali),Virginia
(Durango) y Marina (Hermosillo. De sus hijos, Virgilio Arteaga González es el
actual presidente del programa “Abuelos Trabajando por Sonora que impulsa con
gran entusiasmo el actual gobierno que encabeza el ingeniero Eduardo Bours Castelo a favor de las
personas de la tercera edad. Doña Marina tenía 19 años de edad cuando se unió
en matrimonio al también joven Virginio Secundino Arteaga y Díaz, ya hecho un gran prospecto en el
béisbol cubano. “Este 2008 se cumplirán 28 años de su partida física”, expresó
ayer en la mañana por vía telefónica con un dejo de tristeza y su singular tono
de voz cubana. Doña Marina Zacarías está por arribar a sus 87 años de vida y
como suele decirse en el béisbol…¡enterita!
Por cierto, Martha Arteaga emocionada al saber
de que un servidor estaba investigando la trayectoria en el béisbol de su señor
padre, expresó: “¡Tengo su pasaporte y el
telegrama de su contrato de Ligas Mayores (Minneapolis,
Triple A) que le llegó a Cuba!”.
Ampayer y entrenador en la Unison
Haciendo una retrospectiva en el
tiempo: Cuando Virgilio terminó su vida activa como mánager
de los Naranjeros de Hermosillo, se dedicó varios años como ampayer
profesional en la Liga Invernal Sonora-Sinaloa. También en la Universidad de
Sonora fue profesor de Educación Física y entrenador de béisbol como auxiliar
del maestro Gustavo Hodgers Rico, mánager
de los Búhos, a la vez que jefe del Departamento de Deportes del alma mater. Alguna ocasión, allá por 1971-72, platiqué largo y
tendido con él, exactamente frente a la Escuela de Altos Estudios, como
anteriormente se le llamó al edificio que hoy alberga al Departamento de Letras
y Lingüística. A Virgilio Arteaga lo
había conocido y admirado desde la grada de los estadios “Abelardo L. Rodríguez
de Guaymas y el “Fernando M. Ortiz”, de Hermosillo,
dirigiendo con gran capacidad a los Naranjeros de los años 60´s. Bien recuerdo que aquella amable charla en la Unison fue informal, entre un joven jugador de béisbol y un
notable ex jugador y estratega del béisbol. ¿Se imagina ese encuentro?
De aquella charla, no escribí nota
alguna porque todavía no ingresaba, recomendando por el colega Enrique Efrén
Mayorga Martínez, al fascinante mundo del periodismo deportivo (marzo de 1972)
en El Imparcial bajo la jefatura y orientaciones del editor Eduardo Gómez
Torres. Enrique Efrén dejaba de laborar en el matutino y en esos inolvidables
días me había invitado a trabajar en el periódico pasándome con gran entusiasmo
la estafeta; al fin, ambos, compañeros en el equipo de béisbol Búhos de la Unison.
Merece un homenaje póstumo
Por su legado al béisbol, notable
trayectoria, logros como jugador y en especial en su faceta de manejador de
Hermosillo en las Ligas de la Costa e Invernal de Sonora, a Virgilio Arteaga le
debe el Club Naranjeros un gran homenaje póstumo. Se llegó al 50 aniversario de
la Liga Mexicana del Pacífico y a Virgilio también le corresponde parte de esa
gloria histórica del circuito invernal vistiendo siempre la franela de
Hermosillo. En este contexto, quizá también la Liga Mexicana del Pacífico
dimensione el profundo valor de la trayectoria, registros y personalidad que
envolvió al famoso “Tigre de Regla”.
Tomado de:
http://www.conexioncubana.net/index.php?st=content&sk=view&id=6824&sitd=3107